11/3/10

La política del modernismo Williams

Introducción del compilador: Modernismo y teoría cultural – Tony Pinkney

En 1985 Williams escribió un artículo sobre “La metrópoli y la emergencia del modernismo” para el volumen “Unreal City: Urban Experiencein Modern Literature and Art”.
En 1986 dicta una conferencia en Oxford sobre “El estado de la crítica” y el mismo año dicta otra conferencia sobre “El lenguaje y la vanguardia”.
Póstumamente se publica “La política de la vanguardia” y “El teatro como foro político”.
También, luego de su muerte, se descubren bocetos de escritura sobre un posible libro sobre la política del Modernismo.
Un modernismo consciente es cuando la innovación estética se convierte en un subproducto formal de una innovación estilística cuya sustancia se deriva de otras fuentes. Este modernismo trae aparejado una propia teoría sobre la modernidad.
Una vez que el modernismo se define esencialmente como aceleración, la exploración romántica de los peligros y posibilidades del desarraigo cultural y su sujeto de dimensiones infinitas se convierte en el acto en un modernismo.
El modernismo se convirtió en una constante que abarca virtualmente toda la extensión de la modernidad posfeudal.
Dentro de la oposición binaria de lenguaje corriente o poético son posibles varios tipos de política cultural. La obra modernista puede destruir las expectativas lingüísticas rutinarias:
1.porque la percepción renovada es un fin en sí mismo (formalismo ruso)
2.porque al demostrar que las normas sociales se construyen históricamente podemos alcanzar el poder de cambiarlas históricamente
3.porque al destruir las totalidades falsas, se le da al lector acceso a las “verdades”.
Williams se interesó notablemente en las obras de Ibsen generándole un interés en el drama moderno.
Williams consideraba el medio Modernista por excelencia al cine, ya que él podía situarse en medio de la experiencia urbana.
Williams en “The Country and the City” intenta periodizar al Modernismo pero sólo lo puede hacer en un modelo binario de ascenso y caída. Para él, la modernidad estética debe captar la ambigüedad de la vida urbana moderna.
En un sentido, el cine anuncia la sustitución del Modernismo metropolitano en sus aspectos de distribución masiva en la que la dicotomía Modernista modernización de masas / cultura minoritaria da paso entonces a las aún indefinidas relaciones culturales de la moderna metrópoli transmisora.
El Modernismo surgió de la intersección entre un orden dominante semiaristocrático, una economía capitalista semi industrializada y un movimiento obrero semiemergente o semi insurgente.
En “La política del Modernismo” (Williams) la tensión entre los sentidos aristocráticos y proletario de antiburgués se ve como un determinante clave de los destinos políticos ulteriores de la vanguardia.
Williams al ubicar la base social de las vanguardias en la burguesía disidente, puede mostrar a la vez cuan precaria fue siempre la superposición de la revolución social y la revolución en el mundo y de qué manera la vanguardia anticipó el orden posterior a 1945.
Para Williams mucho de lo que se caracteriza como posmodernismo, sigue siendo Modernismo.
Williams posteriormente realiza un análisis sobre el arte del futurismo, en donde se puede ver un análisis de lo irracional de este movimiento.
El intento de reintegración del arte y la praxis social por parte de la vanguardia llega a ser para Williams una figura en favor de la integración de la teoría y la práctica, la doctrina revolucionaria y la experiencia real de la clase obrera.

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