20/12/09

La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas – Derrida

Hasta determinado momento la estructura siempre se ha encontrado neutralizada, siempre ha tenido un centro, un punto de origen fijo. Este centro tenía como función orientar, equilibrar y organizar la estructura y a su vez limitar a la estructura en si.
En el centro la permutación o la transformación de los elementos está prohibida. Por lo que siempre se ha pensado que el centro es único, y que se ubica en el centro de la totalidad pero que no forma parte de ella, por lo que la totalidad tiene su centro en otro lugar.
En determinado momento se genera una ruptura y estos conceptos son modificados.
La estructura comienza a ser pensada y repetida, el centro que nunca ha sido ella misma, y a partir de allí es que se ha pensado que no había centro. Este es el momento en donde en ausencia de centro todo se convierte en discurso (un sistema en donde el significado central no está nunca absolutamente presente).
Todos estos discursos destructores y todos sus análogos están atrapados en una especie de círculo.
El concepto de signo no puede por sí mismo superar la oposición entre lo sensible y lo inteligible.
Hay dos maneras heterogéneas de borrar la diferencia entre el significante y el significado; una la clásica que consiste en reducir o en derivar el significante; otra que consiste en poner en cuestión el sistema en el que funcionaba la reducción anterior.
Un ejemplo válido de Levi Strauss para ver el tema de la oposiciones, se da con la oposición entre cultura y naturaleza, sobre el tema del incesto. La prohibición del incesto es universal y en ese sentido podemos decir que es natural, pero también se basa en un sistema de normas y proscripciones por lo que diremos que es cultural.
Levi Strauss bajo el nombre de bricolage denomina a aquello que se podría llamar el discurso del método basado en la conservación como instrumento de aquello cuyo valor de verdad critica.
En el trabajo de Levi Strauss se puede ver cómo la aparición de una nueva estructura, de un sistema original, se produce siempre por medio de una ruptura con su pasado, su origen y su causa.
Hay dos interpretaciones de la interpretación de la estructura, el signo y el juego. Una pretende descifrar una verdad o un origen que se sustraiga al juego y al orden del signo, y que vive como un exilio la necesidad de la interpretación. La otra, afirma el juego e intenta pasar más allá del hombre y del humanismo.

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